Doble reseña: Concilio de sombras y Conjuro de luz
abril 17, 2020
Editorial: Minotauro
Páginas :
- Concilio de Sombras: 524
- Conjuro de luz: 687
Precio:
- Concilio de sombras 17.05€
- Conjuro de luz 18'95€
Sinopsis del primer libro
Kell es uno de los últimos magos viajeros con una extraña habilidad para trasladarse entre universos paralelos conectados por una ciudad mágica. Existe un Londres Gris, sin magia y con un rey loco. Un Londres Rojo, donde se honra la vida y la magia y donde Kell creció junto al heredero de un imperio esplendoroso. Un Londres Blanco, donde la lucha por controlar la magia dejó una ciudad en ruinas. Y mucho tiempo atrás, había un Londres Negro. Pero ya nadie habla de eso.
Oficialmente, Kell es el viajero Rojo y responsable de circular la correspondencia entre los nobles de cada Londres. Extraoficialmente, es un contrabandista, un hobby con consecuencias letales…
Durante un viaje, Kell se cruza con Delilah Bard, una ladrona idealista, quien aprovecha su encuentro para robarle un objeto misterioso. Entonces, una magia peligrosa emerge y la traición acecha en cada rincón. Para mantener a todos los mundos a salvo, ambos tendrán primero que pelear por seguir con vida.
Durante las lectura de las dos últimas entregas de este trilogía he sufrido una intensa lucha interna de opiniones. Como ya dije, el primer libro es un inicio de trilogía perfecto y, cuando coges el segundo, esperas meterte aún más de lleno en el mundo y profundizar. Esperas encontrarte una trama aún más potente, ya que ya no se trata de presentar un mundo nuevo, sino de exprimir todo el potencial de uno que ya hemos conocido. Pero no es lo que he encontrado aquí. A pesar de todo, y no se explicar muy bien por qué, la trilogía me ha gustado y me ha tocado una parte especial de mi corazón de lectora. Puede que no sean los mejores libros del mundo (nunca lo son, en realidad) pero creo que la historia me ha mostrado muchas cosas nuevas, un mundo fascinante y unos personajes auténticos.
Teniendo esto en cuenta, he de confesar que el segundo libro, Concilio de Sombras, me ha sabido a poco. La verdad es que cumple bastante bien lo de profundizar en el mundo y los personajes. En este libro conocemos el mundo de Kell más allá de Londres, conocemos un poco más a los otros dos grandes imperios y su cultura, y seguimos aprendiendo como funciona el sistema de magia. En cuanto a los personajes, sí que he sentido que en este libro (y en el tercero) he llegado a conectar con ellos de verdad, a diferencia del primero, en el que quedaban, para mí opinión, un poco opacados al lado del fascinante worldbuilding de la autora. Además, conocemos a un personaje que resultará esencial para el resto de la trilogía.
Pero todo esto no te sirve de nada si la trama se te queda corta. Realmente en este libro no pasan muchas cosas. Gran parte de la acción gira, de hecho, en torno a conocer más el mundo y a los personajes (sus retos, sus límites, sus relaciones, etc), mientras que un poder oscuro al que se le dedican menos de veinte páginas de cada cien va surgiendo poco a poco pero no hace literalmente nada importante en todo el libro. Como ya dije por Goodreads, más que la segunda parte de la trilogía, Concilio de Sombras es una introducción de 500 páginas para el tercer libro.
De hecho, Conjuro de luz comienza en un momento muy chungo, como si fuese la escena final contra el final boss, pero durante las casi setecientas páginas del libro. Algo raro, pero que en realidad funciona. A favor diré que en esta entrega la trama vuelve a fluir, aunque ya estén todas las cartas sobre la mesa y todo sea detener al malo. Es más, creo que funciona tan bien gracias a este personaje. El villano es una figura muy original, diferente a todo lo que yo había leído. Su propia naturaleza es lo que hace que los héroes no sepan como enfrentarse a él y durante todo el libro se entrelacen diferentes estrategias que van fracasando (o no). Creo que el meter un elemento tan diferente en la historia ha dado bastante flexibilidad a la autora para crear la acción. Sin embargo, sí que me da la sensación de que ha habido nudos de la historia que ocurren de una forma bastante precipitada, o que se plantean y resuelven demasiado rápido y demasiado fácil.
En cuanto a los personajes, yo ya estaba enamorada de los cuatro principales, así que solo destacaré que me ha gustado conocer un poco más a los reyes de Arnes, sobretodo a Emira. Aunque no tenga mucho peso en la historia, me ha parecido un detalle bonito.
Por su parte, el mundo no ha dado mucho más de sí, y es algo que me cabrea un poco. Empezamos la trilogía con la premisa de que hay cuatro planos paralelos en los que se han desarrollado cuatro mundos completamente diferentes y tenemos ciertos personajes que son los únicos con poder para saltar entre ellos. Esto se explota a la perfección en el primer libro. Los protagonistas viajan continuamente por los mundos y hacen frente a las diferencias entre ellos. Si embargo, en el segundo y tercer libro nos quedamos en Arnes, perdiendo la joya más preciada de esta historia, y quedándonos con otro mundo de fantasía más que podría pasar desapercibido en tu memoria entre otros tantos. Como último detalle, también me ha chirriado un poco el uso de la magia en este libro, porque me parece que de vez en cuando la autora se salta un poco las limitaciones a conveniencia. Por ejemplo, siendo lógicos Lila debería ser la más débil, pero de vez en cuando hace muestras de un poder portentoso. Además, creo que para la trama no se ha sacado todo el partido que se podría a su poco control y disciplina.
En resumen, la saga me ha gustado mucho y, muy probablemente, ahora mismo esté entre mis favoritas, pero me da rabia porque esperaba mucho más de ella y creo que tenía un potencial que la autora no ha acabado de explotar.
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