La técnica narrativa de esta segunda parte, como es obvio, es igual que en la primera: en tercera persona, desde el punto de vista de varios personajes y con un intrincado y peligroso baile de saltos entre diferentes puntos del pasado hasta acabar, ya en los últimos capítulos, en el momento presente, la ultima noche. He de confesar que, al principio, cosa que en ningún momento me pasó con la primera parte, me costó seguir un poco el hilo temporal y a veces he tenido que volver a mirar el título del capítulo para asegurarme de en el momento en el que estaba. Sin embargo, un aspecto nuevo en el esquema temporal y que me ha gustado mucho es la forma en que la autora ha separado los capítulos en partes haciendo que las primeras fuese una para cada uno de los grupos principales de personajes: Victor y su equipo, Eli y Stell y 'los nuevos fichajes'.

Respecto a estos nuevos personajes, están totalmente a la altura de los que ya conocíamos y las nuevas tramas que se introducen con ellos son tan buenas como las que se arrastran del primer libro. Además, la autora consigue seguir exprimiendo con originalidad el tema de las 'habilidades extraordinarias'. 

No quiero extender el post mucho más, porque la verdad es que el libro sigue bastante la línea del primero, en destaca por ser mejor ni peor y, como él, tampoco tiene muchos aspectos negativos que destacar. Así pues,  el mensaje sigue siendo el mismo que en la anterior reserva: dadle una oportunidad a esta historia, porque de verdad la merece.

Sinopsis:

Aliados. Enemigos. Villanos. Ellos son ExtraOrdinarios. Eli Ever y Victor Vale eran simples estudiantes de medicina cuando descubrieron que las experiencias cercanas a la muerte pueden, si se dan ciertas condiciones, manifestar capacidades extraordinarias. Fueron muy amigos, luego rivales y, por fin, enemigos. Estuvieron muertos, revivieron, y más tarde Eli mató a Victor de una vez por todas. Al menos, eso creía. Pero Sydney Clarke no estuvo de acuerdo y usó su propio superpoder para inclinar la balanza. Ahora, un trío se esconde en las sombras, mientras otro aprovecha la vida después de la muerte para apoderarse de la ciudad de Merit. Si puede haber vida después de la muerte ¿habrá calma después de la venganza, o prevalecerá el caos?