Tienes que conocerle para escapar de él.

Cuatro chicas encerradas por un secuestrador. Ellas son sus flores, sus perfectas y puras flores. Pero ¿cuánto tiempo podrán sobrevivir dentro del sótano? 

Este libro nos cuenta la historia del secuestro de Summer, a la que encierran en un sótano con otras tres chicas. La premisa que nos presenta no es nueva, de hecho, dudo que quede una serie policíaca sin un caso similar y, por desgracia, también ha habido sucesos parecidos en el mundo real.  A pesar de este argumento más que machacado, nunca lo había disfrutado en formato escrito así que tenía muchas ganas de leerlo. Es más, disfruto leyendo diferentes versiones que parten de la misma base, porque siempre puedes encontrar un nuevo giro de tuerca que te sorprenda. Y, la verdad, aunque el libro no haya sido tan bueno como me esperaba, ha cumplido con buena parte de mis expectativas y lo he disfrutado mucho.

Lo que más me ha gustado es lo ligero que es. No ha habido ni un capítulo, en ningún momento, en que la lectura se me haya atascado o me haya dado pereza. Siempre quería saber que iba a pasar y como se iba a solucionar todo. Además, todo iba avanzando a buen ritmo, aunque realmente no pasasen demasiadas cosas (por todo eso de que la prota está encerrada en una sala, lo que obviamente quita bastantes posibilidades de acción). En resumen, en cuanto trama y entretenimiento me ha parecido como ver una serie: te mantiene enganchado todo el rato y no hace falta que le des muchas vueltas a las cosas.

Sin embargo, este libro también ha tenido un par de cosas malas.

En primer lugar, no puede ser que en el desenlace de la historia no intervenga ninguno de los personajes principales. Me explico. La historia se nos presenta desde el punto de vista de tres narradores: Summer, la víctima; Lewis, su novio, y Clover, el secuestrador. 

*Antes de seguir, te aviso, puede que en esta parte de la reseña haya pequeños spoilers, o, al menos, cosas que no te gustaría saber antes de leer el libro, así que, si sigues leyendo, será bajo tus responsabilidad*

Summer se pasa más de medio libro dándole vueltas a la forma de escapar, esperado una oportunidad. Lewis se lo pasa buscando a su novia, dispuesto a encontrarla aunque tenga que hacerlo al margen de la ley. El secuestrador, por su parte, se lo pasa obviamente intentando que no le pillen. Pues bien, después de todo esto, llega la oportunidad de Summer, tiene su mini-momento heroico y SE DESMAYA. Y SE DESPIERTA EN EL HOSPITAL. Porque claro, la poli llega en ese preciso momento y, así, sin más, se soluciona todo. 

Querida Natasha Preston, si tienes tres narradores luchando por solucionar la historia a su manera, ¿por qué no dejas que sean ellos quienes lo logren? Es decir, si va a hacer que la policía sea la única que toma parte del desenlace, podrías haber contado la historia de la investigación policial, digo yo. Lo que no es lógico es que los protagonista hagan todo lo que hacen, absolutamente para nada.  Los últimos capítulos no me parecen más que un relleno horrible de diálogos absurdos que nos van presentando como ha quedado la cosa después del secuestro. Y, lo peor de todo, en el último capítulo se nos deja caer a toda prisa una posible pista sobre una segunda parte para el libro. Un poco de sutileza, por favor.

Otro aspecto que no me gustó demasiado fue la poca profundidad de los personajes. Cierto que soy un poco exigente en ese aspecto, pero creo de verdad que en este caso se le da demasiado peso a la acción y se deja a un lado la psique de los implicados. Es decir, estamos hablado con una chica retenida durante ocho mese. En ese tiempo debería darle veinte vueltas a todos los sentido de la vida, lo que no ha hecho, lo que podría hacer si sale... no sé, pero Summer tiene tres pensamientos contados que va repitiendo tooooodo el rato. Plana como una tabla. Sin embargo, esto tampoco me molestó demasiado, el libro me tuvo tan enganchada que apenas reflexioné sobre esto hasta acabarlo.

Quitando estas dos cosas, el libro me ha gustado bastante. No sé como concretar sobre esto, es simplemente que te engancha y no te suelta hasta que lo acabas. Te mantiene en tensión en cada página, y no tiene ningún momento en que la trama se venga abajo. En general está muy bien conseguido y por eso yo le he dado un 3'5 sobre 5. Lo recomiendo como una lectura amena, pero ¿me compraré La Cabaña, el siguiente de N. Preston? Creo que no.